Madre de todos

La Santísima Virgen del Pilar es una advocación arraigada de forma excepcional en el pueblo español, por eso la apreciada imagen de Zaragoza acumula una extensa galería de títulos y distinciones de los que vamos a detallar y aclarar a continuación. 

El 27 de Mayo de 1642, durante el arzobispado de Pedro Apaolaza Ramírez, el municipio de Zaragoza proclamó como patrona de la ciudad a Nuestra Señora del Pilar. Más tarde, en 1678, el virrey Pedro Antonio de Aragón llamó a Cortes en nombre del rey Carlos II, con el fin de declarar a la Virgen como patrona de Aragón.

La Virgen con el manto del Ayuntamiento
de Zaragoza

Por Real Orden del 8 de octubre de 1908, le fue concedido a la Virgen el título de Capitán General, título que fue ratificado con la solemne imposición de manto y fajín a la Imagen el 9 de mayo del año siguiente.

El 7 de enero de 1913, el Director General del Cuerpo de la Guardia Civil, D. Ángel Aznar Butigieg, solicitó al rey, D. Alfonso XIII, la proclamación de la Virgen del Pilar como Patrona de la institución. La orden fue concedida y firmada por el monarca el 8 de febrero del mismo año.

En 1916 fue el Cuerpo de Correos y Telégrafos el que designó a la Virgen del Pilar como su patrona

El Cuerpo de Secretarios, Interventores y Depositarios de Administración Local hizo lo mismo en 1928.

El patronazgo de Nuestra Señora del Pilar sobre la Hispanidad no está recogido en una fecha concreta, pero su origen se remonta antes del año 1929. Por aquel entonces el Obispo católico español e ideólogo de la hispanidad, Zacarías de Vizcarra Arana, envió desde Buenos Aires al Congreso Mariano Hispano-Americano de 1929, en nombre del Clero Español de la República Argentina, una memoria impresa con el título «Regina Hispanitais», proponiendo que el Congreso pidiese a la Santa Sede que, tanto en España como en las demás naciones hispánicas, se pudiese añadir en la Letanía Lauretana la invocación «Regina Hispanitatis, ora pro nobis». Zacarías de Vizcarra fundamentó las razones de esta petición en el hecho especial que directamente relaciona toda la cristiandad hispánica de ambos hemisferios, la maternidad originaria de su Fe y de sus Iglesias, que ostenta especialmente la Virgen Santísima bajo el título del Pilar, por el hecho de haber venido a España en carne mortal, como misionera de la fe de su Hijo y consoladora y alentadora del Apóstol Santiago y de sus discípulos, primer núcleo de la Iglesia Hispánica. Como complemento a estas razones, se acogió al patronato de la Virgen del Pilar sobre la Hispanidad, que ya por aquel entonces se hallaba constatado, para solicitar la gracia mencionada, alegando razones parecidas a las que figuraban en aquella Memoria.

Lo cierto es que no se trataba de una pretensión extraña, pues Polonia tiene permiso para añadir a las Letanías la invocación «Regina Poloniae, ora pro nobis» y La Compañía de Jesús para incluír «Regina Societatis Jesu, ora pro nobis»

Años más tarde, El Papa Pío XII realizó una mención especial a la Virgen del Pilar que la unía ineludiblemente con la Hispanidad, al nombrarla el 28 de octubre de 1945 “Gran Madre de la Hispanidad” en su radiomensaje a los fieles argentinos en el I Centenario del apostolado de la oración. Esta mención fue reafirmada posteriormente en la homilía que dirigió a los peregrinos que asistieron a la beatificación de la religiosa española Teresa de Jesús Jornet e Ibars, el 28 de abril de 1958, donde Pío XII llamó a la Virgen del Pilar “Reina de la Hispanidad".

La Sociedad Mariológica Española nació el día 9 de octubre de 1940 en Zaragoza, y desde sus orígenes tomó como patrona a la Virgen del Pilar. Surgió en el marco del Congreso Nacional Español Mariano celebrado del 8 al 12 de octubre de 1940, con ocasión del XIX centenario de la venida de la Virgen. El promotor del evento fue el arzobispo de Zaragoza, Mons. Rigoberto Domenech y Valls, y fue consensuado por la Asamblea de obispos metropolitanos.

En 1948 el Consejo Superior de Misiones otorgó también su patronazgo a Nuestra Señora del Pilar.

El 6 de Octubre de 1994, con motivo del CL aniversario fundacional de la Guardia Civil, por Orden del Ministro de Justicia e Interior, se concedió a la Virgen del Pilar la Cruz de Oro de la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, entonces la máxima distinción dentro de la misma, en agradecimiento a los sentimientos de fraternidad que su patronazgo despierta en los miembros de la Institución. 

La Virgen luciendo el manto antiguo y
 la Gran Cruz de la Guardia Civil

En el año 2012, a propuesta del Ministro del Interior y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 27 de septiembre de 2012, se concedió la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil a su patrona Nuestra Señora del Pilar.

Es indudable que la devoción a la Virgen del Pilar ha sido propagada a muchísimos rincones de España y Latinoamérica, por este motivo la Virgen no sólo es patrona de Zaragoza, también lo es de otros municipios como: Arenas de San Pedro (Ávila), Arcos de las salinas (Teruel), Baños de Rioja (La Rioja), Barinas, Diócesis de (Venezuela), Calanda (Teruel), Canóvanas (Puerto Rico), Cantalobos (Huesca), Cañada de Canara (Murcia), Carcarañá (Santa Fe, Argentina), Cardenete (Cuenca), Casas de Bárcena (Valencia), Cedrillas (Teruel), Cortijos Nuevos (Jaén), El Espartal (Madrid), El Cuadrón (Madrid), El Pilar de Jaravía (Almería), El Torviscal (Badajoz), Fraga (Huesca), Fréscano (Zaragoza), La Campaneta (Alicante), La Herrera (Albacete), Las Rozas (Madrid), Los Alares (Toledo), Los Montesinos (Alicante), Manzanera (Teruel), Nava de Arriba (Albacete), Quijorna (Madrid), Río Piedras (Puerto Rico), Robledo del Buey (Toledo), Sabiñánigo (Huesca), Santervás de Campos (Valladolid), Torla (Huesca), Torlengua (Soria), Tórtola (Cuenca), Pilar (Buenos Aires, Argentina), Pilar de la Horadada (Alicante), Víznar (Granada), entre otros.

Además la Virgen del Pilar es la patrona originaria o primitiva de Sevilla, un título que le viene dado a partir de una leyenda hispalense que toma como punto de partida la Venida de María a Zaragoza el 2 de Enero del año 40. En ella se narra que tras el magnífico suceso Santiago mandó a Pío, uno de los convertidos que lo acompañaban, que volviera a Sevilla, de donde era oriundo, y le encargó que se hiciera con una estatua de la madre del señor puesta de pie sobre una columna y que la colocase en el altar de la casa de reuniones de los cristianos de Sevilla, teniéndola como patrona, pues con su patrocinio se mantendría firme la comunidad y llegaría a cristianizarse toda la ciudad. Obedeció Pío y llevó una imagen a la casa donde se reunían en secreto los cristianos, la primera iglesia sevillana, que estaba situada a espaldas del circo de la ciudad. Transcurridos más de 200 años, el cristianismo fue autorizado, y entonces se edificó la basílica, actual Parroquia de San Vicente, a la que fue trasladada la imagen de la Virgen. Allí permaneció durante el resto del dominio romano y durante la época visigótica, hasta que en el año 711 al producirse la invasión musulmana desaparece, ignorándose si la imagen fue destruida o si algún clérigo la sacó anticipadamente de la ciudad para ponerla a salvo.

"Virgen Santa del Pilar, antes morir que pecar" reza el retablo
cerámico de la Iglesia de Santiago de Sevilla

Tras la reconquista de Sevilla por Fernando III el Santo, se consagró como Iglesia principal la mezquita mayor, sobre la que se construyó la Catedral gótica, donde se fundó una capilla por los caballeros aragoneses que participaron con Fernando III en la reconquista de Sevilla. Esta capilla está presidida actualmente por un retablo de estilo barroco, de finales del siglo XVII, que alberga una magnifica escultura de la Virgen del Pilar realizada en barro cocido y policromado, obra del maestro Pedro Millán, fechada hacia 1500. 

Además desde 1696 la ciudad cuenta con una hermandad dedicada a la Virgen del Pilar en la Iglesia de San Pedro. La Hermandad posee capilla propia que el Santo Padre León XIII, por bula de 1885, agregó a la Santa Capilla Angelical del Pilar de Zaragoza, para el goce de todas sus gracias e indulgencias.

Hoy en día, y desde  1946, el título de patrona principal de la ciudad lo ostenta la imagen de Nuestra Señora de los Reyes, pero aún son los nostálgicos que la recuerdan como su protectora.