Un centenario histórico

Estas semanas estamos haciendo un repaso por varios acontecimientos que han marcado la historia de la devoción pilarista. Hoy concretamente recordamos los fastos de 1940.

Tirada de sellos conmemorativos del XIX Centenario de la Venida

Y es que el inicio de la década de los cuarenta no sólo trajo al país una difícil posguerra, también una efeméride singular que se celebró con gran solemnidad. El 2 de Enero de 1940 marcó el pistoletazo de salida para los actos conmemorativos del XIX Centenario de la Venida de Nuestra Señora en carne mortal a Zaragoza.

A pesar de la precarias condiciones en las que se hallaba el pueblo, los festejos se llevaron a cabo por todo lo alto, y no es de extrañar, ya que el nuevo régimen había proclamado al Pilar como templo nacional y símbolo de la espiritualidad de los españoles.


La Virgen con el manto que el Cuerpo de la
Guardia Civil le regaló en 1940

De este modo, se acrecentaron las peregrinaciones con representación de todas las diócesis de España, se engalanaron los balcones con tapices y colgaduras para dar color a las calles del centro de la ciudad, se sucedieron durante los doce meses del año solemnidades religiosas especiales, se promulgaron discursos de arzobispos y demás escritos pilaristas; se ofrecieron a la Virgen mantos nuevos que en la actualidad son muy conocidos entre los devotos, tales como el regalado por el Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil el 4 de Febrero de 1940 o el que tejieron las propias Carmelitas Terciarias, donado en Mayo del mismo año. La nota curiosa fue la presencia de los Seises de la Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla, que hicieron la segunda excepción en su historia y partieron desde la capital andaluza para cantar y bailar ante la Virgen

En resumen, fue un año jubilar lleno de peregrinaciones, congresos, festejos populares; ediciones especiales de libros, numismática, filatelia e iluminaciones. Todo para celebrar el XIX centenario de un acontecimiento que marcó un hito en la historia de la devoción a la Virgen, y que supuso el origen de la piadosa advocación del Pilar.

Medalla del XIX Centenario de la Venida del Pilar