Hoy, 14 de Septiembre, solemnidad de la Exaltación de la Santa Cruz, queremos acercar al público en general, la querida imagen del Santo Cristo de los Milagros, una de los iconos que, después de la Santísima Virgen del Pilar, despierta más devoción en la Catedral-Basílica de Zaragoza.
Santo Cristo de los Milagros. Catedral-Basílica del Pilar |
Esta imagen cristífera que se venera en la Capilla de San Juan Bautista, la primera a mano derecha entrando por la puerta baja, es una escultura barroca fechada a principios del siglo XVII, atribuida a la escuela escultórica granadina. Aparece expuesto al culto bajo dosel barroco tallado en madera y dorado, y telón de tejido adamascado de color rojo.
Iconográficamente representa a Cristo muerto crucificado. La imagen se sujeta mediante tres clavos a la cruz, que es de sección plana.
El cuerpo, de cierta rigidez, presenta un tratamiento anatómico naturalista y casi perfecto, similar al de las producciones escultóricas de la escuela andaluza granadina de finales del siglo XVI y principios del XVII. Sus piernas parecen estar quebradas pero apenas tienen movimiento. Además viste sudario o paño de pureza de formas vibrantes, esmeradamente trabajado con marcados pliegues y anudado en su cadera izquierda.
La cabeza es poco voluminosa y está inclinada reposando sobre su clavícula derecha. Aparece cubierta con peluca de pelo natural bajo la que se descubre el rostro del señor, de expresión dura pero de escaso dramatismo, invitando al recogimiento y la oración.
El Santo Cristo de los Milagros se corona con una aureola labrada en plata sobredorada de la que sobresalen tres potencias radiadas.
Es costumbre arraigada entre los zaragozanos besarle los pies al Santo Cristo antes o después de pasar a la Santa Capilla de la Virgen.